Sentada aquí,
con mis recuerdos,
en la playa de mi memoria,
pintada de amaneceres,
a pesar de la deriva de mi marea.
Sueños creados en la pasión
-delicado embrujo-
y el silencio nace
de los cuerpos enredados.
Agua mansa sin pecado,
en la noche ciega,
que con ojos de sorpresa
asalta y me roba el corazón
con el retrato del mar.
Donde las aguas no tiemblan,
renacen amores,
que acunan mi piel
en tu mar infinito.
Y las olas de la orilla
ondulan la inmensidad del mar
que atrae mi barco a la locura,
de besos, arde mi cuerpo.
y te canto.