Medir el tamaño de su olvido

Si lo ven
Diganle que ya renuncie a la busqueda brutal
de su rastro en el abismo de mis dos manos
Diganle que ya no me estropean
sus recuerdos cuando me mantengo con los ojos abiertos
Que aprendi a interrumpir mis horas de estar dormida
para no perseguirle en sueños
Si lo ven diganle
que no me quedo vagando en sus fotografias
consumiendo las migajas de su presencia falsa
Diganle que ya no sacrifico la luz de mis ventanas
Que ya no soy profuga del sol, ya no
Que he aprendido a falsificar los charcos de esplendor
que el me regalo sin planearlo
Si lo ven diganle
Que no se llevo mi aire de vivir
Que ya su falta no me desarma
Que ya nisiquiera sé pedirle nada
Que ya no respiro con fuerza
para llenar el vacio que se me frunce en las entrañas
que estoy dudando de su existencia
que me he quitado su nombre de todos los sonidos,
de donde me estorbara
Mientanle sin pausa una y otra vez
para medir el tamaño de su olvido
si no se le apaga la voz por un segundo
si de sus ojos no se encienden las ultimas nostalgias
Diganmelo a mi
Tal vez asi dejare de reinventarlo
en los espacios donde nunca ha estado
tal vez deje de postergar mis alegrias
con esta ilusion feroz que no me alcanza hasta julio
Diganmelo
tal vez así me exista cada vez menos
en el hueco que tengo entre la piel y los huesos