Mandela

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El zafiro estrella
Muy fulgente se encuentra, entre sus lagrimas
El diamante se vistio de luto
Sus hermanos ahondan
La amargura en su tristeza
Ya no es el sauce
Hoy es el ebano que llora
Ante la gran partida
de la humildad y la sapiencia
El unverso entero
es pregon de su obituario
Porque viajo aquel lider
Aquel que nos mostro en grandeza
Como perdonar y como gobernar
Su leyenda quedara grabada
Como un legado de su trascendencia
Al que no lo doblego su raza
Ni una reja ni un ciclon
Solo el tiempo inexorable
Que marco su fecha.
El triste dia de su deceso,
El cruel momento
Que invoca su partida.
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