Duarte, hoy, en nuestros días,
Que tantas cosas golpean la memoria,
Es el prócer, es el patriota, es el guía,
Es el protagonista de nuestra historia.
Duarte, no es el nombre sonoro
De calles, carreteras y avenidas
Es el sentido ardoroso
De la Patria, que por entero vibra.
Duarte no es la estatua olvidada
Que nadie ve, respeta o admira;
No es la piel de bronce empolvada,
Por el humo y el estiércol ennegrecida.
Duarte es la Nación que avanza
En el fortalecimiento de la conciencia;
Es la educación, es la ciencia;
En las que se cimienta nuestra Patria.
Duarte es la Patria palpitante
Que vibra en cada corazón dominicano;
Es el sol que se eleva ufano,
Es la voz que dice: ¡Adelante!