Estaba tumbado en el sofá,
eran cerca de las dos de la madrugada,
veía una película,
una chica quería cumplir su sueño
de ser boxeadora
o algo así,
al final quedaba tetraplégica...
Todo estaba bien,en calma,
recibí una llamada de unos amigos,
"Venga vístete que nos vamos de fiesta,
tenemos una botella de ron
y no va a faltar de nada"
"No,no tengo ganas"
"Venga va que vamos a por ti"
"No,no tengo ganas"
"Vamos,no seas cabrón,
lo pasaremos de lujo"
"Está bien,en 15 minutos estoy listo"
Me vestí,me peiné,me eché colonia,
ya estaba listo,
me sonreía hasta el espejo,
lo que no sabía aún
es que ese maldito
al que llamáis Dios
no iba a jugar en nuestro equipo
esa noche.
Llegamos,nos emborrachamos,
todos contentos,
todos bailando,
no sé que pasó
para que la noche se torciera
de aquel modo.
Empezaron a llover puñetazos,
patadas,
vasos,
cristales rotos,
gente gritando,
gente corriendo,
malparidos abalanzándose
como hienas a una cebra muerta
sobre el caído.
Eran demasiados,
uno a uno no son nada,
solos se pierden
como huellas cuando las besa el mar...
Acabé en el hospital
acompañando a un amigo,
nada grave,
solo algunas magulladuras,
algunos golpes,
un tobillo hinchado
y poco más,
durante la espera me dedicaba
a odiar aquellos pasillos
largos e impolutos,
a odiar esas salas en las que entras
como vehículos al taller,
odiaba a gran parte de la raza humana,
y sobre todo ese maldito olor...
Yo acabé intacto,
realmente no,
la impotencia que sentí
se me quedó clavada
en las costillas
como si de un puñal del diablo
se tratase,
cuesta tener fe en la raza humana
cuando hay suelto
tantísimo hijo de la gran puta
con el espíritu muerto,
con la valentía muerta...
Quién me mandaría a mí
haber levantado mi culo del sofá.