Dormido de cansancio me he quedado,
contener no pude este sueño destructivo.
Las copias que estudiaba ya han volado,
las ha tirado el viento inoportuno y atrevido.
Y ahí me quedé:apoyando el rostro
sobre la mesa mía,ahíto de lecturas,
y conducido por el mounstruo
del desvelo a yacer en oscuras sepulturas.
Ya no soporté más...Ya no podía
mantener encendidas de mis ojos
las pupilas.El desvelo me comía,
me humillaba,me tenía de hinojos
a sus plantas,pero no me oía.
Me igoraba,de mi se reía,
de mi se burlaba.Terminó venciéndome.
Para mi ya nada ocurría.
Sin darme cuenta fuí durmiéndome
poco a poco.Ya no oía
ruido alguno,todo desvanecía lentamente.
Y como alguién en busca de cariño
me acurruqué sobre la mesa tiernamente
y dormí como un niño.