Te sirvo si pagas con tus desgracias
una cerveza y atención por mi parte,
me da vergüenza, lo siento, el cobrarte;
las birras valen menos que tus gracias.
Camarero acepta mi donativo,
que las inquietudes vuelan tu barra,
a más de uno lo bajas de la parra,
y a más de dos lo echas por vomitivo.
Dame más para alcoholizar las penas,
¡no, otra no!, tu magia necesito,
esa que escucha y serena verbenas.
Me voy tranquilo, aquí termina el rito,
hasta mañana; pago y adiós muy buenas,
que aquí te dejo con otro amiguito.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!