Habías aprendido a mentir,
¿y yo?_______y yo a creer,
y nos gustaba.
a ambos nos quedaba bien,
el fino traje de letal hipocrecía
nos dejabamos llevar
por la parodía,
esa de darlo todo,
cuando en realidad es nada,
y así nos fuimos caminando
por las calles del amor,
que por piedad nos cobijaba.
Si era tanto el amor que yo sentía,
que no cabía en mi el darse cuenta,
del dolor que mi alma traslucía,
y se me fueron los años,
pegados al decir de tu mentira;
ese que me hablaba del amor,
amor___que no sentías.
Si fue un acto de piedad,
el día que te fuiste
por las calles de la vida,
de la mano de otro amor,
que había conquistado
por error tu corazón,
dispuesto a soportar,
igual que yo,
el dolor de tu mentira,
tan solo por lucir
el fino traje,
de letal hipocrecía.
Que está confeccionado,
de piedad,botones de dolor,
forrado con mentiras.
avelino
11/03/2009
10:00hs.
córdoba R.A.
Las mentiras impiadosas siempre conducen a la muerte del amor. Tu poema de hoy está plagado de tristezas y dolores guardados resumidos en versos metaforicos. Saludos desde mi Salta,la linda...Clara