Plegaria

Hoy elevo una plegaria por algo que sacude mi alma

Ese “algo” es la ausencia anodina de mi hijo

Es un compás profundo de intranquilidad

Es un instante de tristeza que comparto contigo

Es un silencio a base de preguntas donde no hay respuestas

Es un silencio que acongoja y profana.

Y abrazo la tierra con amor para encontrarle un día

Para llegar hasta esa flor salvaje del esperado encuentro

Para dejar fluir el cansancio forjado con lágrimas

Esposas de agua fluyendo como ríos por mis manos

En esta canción sin fondo en tonada eterna y obscura

Guijarros de grava ante mis pies desnudos y sangrantes.

No sé los detalles de su extravío ni de su silencio

No los cuestiono. Solo espero despertar de este sueño

Y encontrar las líneas que lo han invalidado en el tiempo

Mientras mis fuerzas menguan como ramillete de aberraciones

En un círculo donde las culpas se reparten a diestra y siniestra.

¡Dioses! Permítanme alejar el advenimiento de miseria

Alejen de mi alcance los tiempos negros y la infernal fortuna

No quiero encontrar en el libro de ángel bruno su nombre

Permitan el alivio de este corazón abatido

Aprueben las luces de la esperanza en esta noche aciaga

Para encontrar ambos ¡El solaz del encuentro!