discernimiento

Mi razón debe entrar justamente por la puerta.
Hagan el favor de adaptar el ángulo de acceso
y no hacer desconchones, que con un simple
movimiento de muñeca y un empujón libran el hueco.
Llévenla hasta el salón y quítenle el envoltorio protector
dejando el recibí, que muy gustosamente lo firmaré.
La adquisición parece que renueva toda la casa, dijese
que una bocanada de aire fresco inunda el espacio.
Situada en buen lugar, es vista desde cualquier rincón,
y como novedad se diría que es el centro de atención.
Coarta cualquier vía de intrusión, haciendo hermético el recinto.
A partir de ahora la situación puede cambiar:
-Que no intente nadie inmiscuirse que seguramente
no tendrá razón suficiente
-Que nadie intente venderme lo invendible que
no atenderé a razones
-Que no vengan a darme regalos de bienvenida
que no entraré en razón
Y si por algún motivo creen en su inventiva que insistan,
que su razón tendrán
Aunque si provocan impaciencia, con paciencia les serviré.