El ojo avisor

Has vivido bajo la mirada humillante
del ojo avisor.
Has medido tus pasos, contando cuál
movimiento en falso crucificaría tu
liberación.
Has temido caminar a tus anchas
debido al ojo cruel del enemigo
que buscaría cortar tus alas, para
regocijarse sin contemplación.
Has esperado que la noche llegara
solo para poder descansar, aquel alma
apagada y torturada, dejando salir aquellas
lágrimas que aliviarían la frustración.
Has deseado esconder tus alas
y decirle a tu corazón que acepte
aquel destino y le dé cabida
al cruel avisor.