Debió ser un artista con estro inconcebible
sumido en las bondades de eterno arrobamiento,
quien hizo con pinceles de nobles sentimientos
la obra más preciosa, más digna y admirable.
Tomó infinitas luces de mÃstica nobleza
y empÃreas mixturas de amor y ensoñación,
logrando asà el milagro de un tierno corazón
trazado en mil matices de espiritual belleza.
Del fondo más sublime de un cielo de entereza
extrajo prodigiosas acuarelas de ilusión,
y con rasgos provenientes de divina inspiración
grabó un alma radiante de amor y de firmeza.
Impregnó todo su lienzo, con ecos de oración,
de un tono inexcrutable, idÃlico, distinto,
el más hermoso fondo: el maternal instinto,
razón que da la vida, motor de la creación.
Jamás podrá saberse de dónde este pintor
logró arrancar la esencia que a todos embelesa,
para imprimir en su obra tal grado de belleza
con tintes pasionales y aromas de candor.
Viviremos admirando, aún sin entender,
la obra más hermosa, orgullo de este mundo,
que habita en nuestras almas, pero en lo más profundo;
pues eres tú la ungida, siempre serás: Mujer.
"Jania y Horacio juntos", o están equivocados o están calumniando. Su comentario no tiene nada qué ver con mi poema. Castorlux,