Ruda paz en mi inconsciente,
terca bondad invade mi mente,
la escritura es el doctor y yo su paciente,
hoy la furia me es indiferente,
esa presión desaparece lentamente,
paso de ser su sirviente,
mejor sigo mi camino sigilosamente.
Sin hacer ruido pero irreverente,
así soy,un superviviente
que se vuelve transparente
ante palabras que caen en torrente
como lluvia de tinta corre por la pendiente
inundando mi jardín de un verde resplandeciente.
Utilizo un cuaderno como confidente,
todo es más sencillo si lo tengo enfrente,
él me conoce,sabe que no soy decente
ni pretendo serlo,sencillamente
si ser sincero es un delito gente
podeis llamarme delincuente.
Desconozco si es conveniente
dejarme llevar tan constantemente,
desconozco si es inteligente,
pero no encuentro una manera diferente
de afrontar la vida estoicamente,
tampoco soy tan exigente,
simplemente quiero que esta paz sea permanente.