Sobre la figura resplandeciente de la luna,
Vi recortare esa imagen bondadosa,
Quizás mi ingenuidad de niño,
Colaboró para que la viese,
Aún hay quienes me discuten,
Me dice que es mentira,
Que no existe…
¡¡Pero yo lo ví!!
Con sólo tres años,
Y la confianza ciega en mis padres,
Yo le vi bajar en su trineo,
Y recuerdo como sus renos,
Resoplaban tras el largo viaje,
Que bello recuerdo,
Hoy con cincuenta años,
Aún lo tengo presente,
Y se que existe,
En la imaginación,
De quienes lo quieren ver,
No borremos ese sueño,
Y sigamos creyendo en él,
Hoy no me trae un juguete,
Pero en cada navidad me trae la paz,
Y el poder ver a mis nietos esperando por él.