Así veo yo tu belleza

Así veo yo tu belleza




Así veo yo tu belleza

Veo a través de las nubes la magia de tu belleza,

la negrura de tus ojos, con esa mirada inquieta,

que me regala cariño, ternura, amor y paciencia.


La sonrisa de los niños cuando salen a jugar,

esa risa cantarina que no se puede acabar,

si no sonríen los niños, se podrían asfixiar.


Y las manos de las madres con su instinto protector,

el gorjeo de las aves que cantándole a la vida,

dan un soplo de esperanza, de alegrías y de amor.


Ese amigo que te abraza, que te entiende

y va cantando a la vida, cuando en tu soledad lloras,

cubre de pétalos rojos, para tu cansado cuerpo, una alfombra sin espinas.


Contemplar el sol nacer, cuando se levanta el alba,

oír los trinos de las aves, que cantando van alegres, pregonando la esperanza,

en las mañanas de estío, y en las tardes soleadas.


El carmesí de la rosa, el azul de la violeta,

con su pudoroso aroma para las almas discretas,

y al mirarla me embeleso, por su gran delicadeza.


Amapolas y jacintos, azucenas, muchas flores

nos regalan con el alba sus magníficos colores,

paseamos de la mano entre fragancias y amores.


Así veo yo la belleza, entre los lirios en flor,

entre mantos de claveles, jazmines alrededor,

que perfuman cada tarde cuando ya se pone el sol.


Chelo Álvarez

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