Te miro cada vez que puedo,
y me asombro con tu belleza,
maravillado e ilusionado quedo,
sintiendo dulce amor y no tristeza.
Una profunda grandeza te rodea,
haciendo que luzcas muy diminuta,
y permaneces ahí para que yo te vea,
y para iluminar mi noble ruta.
Por qué siempre te veo tan lejos?
Por qué te veo como un símbolo de amor?
Por qué cada vez que sale el Sol te dejo?
Por qué te vas y me dejas con dolor?
Creo que es porque Dios así lo quiso,
para que ilumines con tu belleza a otros,
después de la mujer eres lo más bello que Dios hizo,
para que alegres el alma de todos nosotros.
Yo te observo, yo te amo y te admiro,
por hacer que todas las noches luzcan bellas,
pero soy realista y acepto que no te quedes conmigo,
porque le harías falta a las demás estrellas.
EFRAIN TRINIDAD RODRIGUEZ
Morovis, Puerto Rico
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