Es redondo y azulado
a lo lejos se divisa,
un cometa rezagado
por verlo, se da prisa.
Ya se está acercando,
que es un planeta, lo confirma
su cola esta meneando
y husmeándolo se reafirma.
De luz disfruta la Tierra la reflejan sus aguas,
el tesoro que allí encierra
al cometa tiene en ascuas.
A su altura ha llegado,
siente un viento que va y viene,
es Aire, que al mar ha rizado
y peinando dunas se entretiene.
Tiene ríos caudalosos
que en los mares se sumergen,
otros son impetuosos
que los ánimos conmueven.
Empujado por el viento
observa paisajes ruinosos,
quedose sin aliento
viendo basuras y despojos.
El don de la luz fué vital
con el aire y el agua se unió,
con esta fórmula magistral
a la chispa de la vida sedució.
Ya se estaba percatando
de unos seres que allí había,
el Tesoro iban agotando
y aumentaban la porquería.
Estos seres que abundaban
unos, andaban erguidos,
por encima del hombro miraban
a otros, a patas unidos.
Continuara:
De la colección:
Cuentos para niños adultos.