¿Cabalgar? ¿Para qué?
mejor tenderme
harto de amar sobre la hierba verde,
soltar la rienda de mi potro altivo
y empezar a soñar.
Mirar la luna
y tratar de ubicar alguna estrella
y atrapado en su luz, brillar con ella.
¡Qué torbellino de ilusión es este?
¿qué vorágine azul? ¿qué remolino?
Desatino de antiguas remembranzas;
mis vencidas raíces primordiales
y esta canción tan repetida:
"Vida,
muerte vida ladrona de esperanzas,
memorial de los astros desprendidos,
los que vagan perdidos, los que tiemblan,
los que cantan tonadas siderales.
Vida,
pasión de mis tormentos inmortales..."
No sé dónde te ocultes
fugitiva visión que me acorralas.
Pobres están e inválidos mis ojos
que sedientos de luz urden caprichos
infinitos, ungidos de misterio.
Busco abismado y trémulo
la rueca giratoria de los ecos,
el tronco envejecido y abrazado,
el planeta furtivo
circundado de hiedras,
la noria fatigada y extinguida
herida por los lirios del silencio
y vuelve a aparecer mi antiguo canto:
"¡vida!
Muerte vida, ladrona de esperanzas.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC