Esta mujer
Esta mujer me ha hecho temblar,
me habló con voz de viento,
me vio con esos ojos de verde y azul,
me tocó con piel de agua.
Quedé inerte, como cerrada noche,
con un mar embravecido golpeando mi corazón,
gritando aquí estoy, soy tuya.
Hincó en mí sus dientes,
filosos como el dolor, la alegría,
la rabia, la satisfacción;
y sembró en mis ojos perlas
que rodaron al saborear
su néctar agridulce.
La veo indescriptible, indescifrable,
es un imán poderoso, imponente
que atrae mi cuerpo metálico,
que se derrite con su beso
volviéndose un río, sereno y violento,
para regar pequeños retoños
sedientos de amor;
entonces sonríe, con risa estelar,
y me deja temblando.