Perdóname…
por no saber comprenderte
sé que sin querer te falle,
la culpa ha sido sólo mía
porque sólo en mí yo pensé.
Perdóname…
no quise lastimarte así,
no quise causar tanto dolor,
sé que cuando me necesitaste
no supe escucharte yo.
Perdóname…
no supe ver el daño que hacía
y mi rabia contigo pague,
no vi la soledad de tu alma
y contigo mal me porte.
Perdóname…
el corazón no entiende de razones,
y sin pensarlo me enojé,
perdóname amigo mío
aunque si no lo haces te comprenderé.
Perdóname…
mi ingratitud y mi soberbia,
porque nada hice por entender,
que eran cosas de la vida
y como amiga, sí te fallé.
Perdóname…
Pues yo no puedo perdonarme
por todo el mal que te causé,
porque lo hice sin ser consciente
y a nuestra amistad traicioné.
Perdóname…
por querer que me perdones
por lo que has podido padecer,
perdóname por mi estupidez y mi ego,
porque yo jamás me lo perdonare.
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Hola.Cuando el ser humano realiza esa manera de conferir,la entrega del perdon se hace automatico,que gran poema,suerte!mi saludo.sol.