Por fin, unido estoy y emparejado,
sin mucha resistencia ni fronteras
dejándome querer sin que me hieras,
no obstante que me encuentre maniatado.
Por mucho que me sienta acorralado
tus besos para mí son las trincheras
en donde me refugio sin cuidado;
tus labios, la razón de mis quimeras.
Bien puedo comprender que amordazado
no puedas entender ciertas palabras
muy poco inteligibles por lo mismo.
Se explica, cuando estás enamorado,
que llamen a tus puertas. No las abras
a riesgo de caer en un abismo…
P: Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)
Cuándo se comienza el "emparejamiento" qué fuerte late el corazón. ¡Me encantó! Abrazo