Pequeños pinceles,
me saludadn desde lejos,
y dibujan una sonrisa en mi cara,
en tu alma callada,
que el misterio lo acompaña,
como una laguna solitaria,
sin peces, sin cosquillas,
vi tu tristeza escapada,
inquieta que se quizo revelar,
más tu dulce sonrisa una vez más,
la volvió a tapar,
tu miradas, la hora que pasaba,
silenciosa me quedaba,
en la laguna misteriosa de tu alma,
me perdí sin contar,
sin anunciar,
en los besos engarzados de tu boca,
se quedó mi alma escandalosa,
y no quiero despertar,
de este dulce sueño,
que me trae paz,
sin contestar,
solo por un beso,
me quedaré acá...