Enfermo estoy

De tu ternura el néctar he libado
con la fruición y la ansiedad del niño
que hurga su pan debajo del corpiño
donde se sacia de tu amor vedado.
Enfermo estoy de tanto haberte amado,
de haberte dado todo mi cariño
y el único remedio al que me ciño
es evocar constante mi pecado.
Porque constantemente yo te evoco
sigo a tu piel atado y a las dunas
de tu desnudo torso boquiatado.
Tú me dirás acaso que estoy loco;
pero han pasado tantas, tantas lunas
que sólo de tu amor me he alimentado.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC