LA LUZ DE MI VIDA
En un rincón de mi casa
paso las horas, sentada
en el suelo, a solas,
mis piernas cruzadas
y mi cabeza agachada.
Frente a mí hay una vela.
Es blanca,
está encendida
todo está en penumbras,
sólo la llama tiene vida.
Esa luz la necesito cada día.
La luz que me guía,
esa luz que necesito encendida...
ésa... es la luz que me ilumina.
Me fijo y veo
todos los cambios que tiene.
A veces la veo chisporrotear,
otras la llama es muy grande.
Ráfagas de humo negro salen.
Veo como se consume...
lentamente...
Igual que la vida misma,
a veces alterada,
otras disgustada,
muy contenta,
muy tranquila.
Así es la llama de la vida
la que necesito para caminar cada día. Jucrema