Cuando pregunten por ti,
No les diré cuánto te extraño…
Y mentiré, fingiendo estar tranquilo.
Cuando me hablen de ti,
Ocultaré mis emociones débiles…
Y fingiré que no me importas…
Cuando te mire (por casualidad),
Desecharé la tentación de hablarte,
Y fingiré que no te he visto…
Y cuando me invadan tus sentimientos;
Allí, donde no llega la cordura…
Donde se anidan ciertamente
Nuestros íntimos momentos…
Me quedaré en silencio, a fin de cuenta,
Tarde o temprano se aplaca la tormenta,
Y seguiré fingiendo estar tranquilo…
Y cuando me olvides y yo te olvide,
No habrá recuerdos que fingir,
Solo motivos inconclusos
¡Y como siempre! Decididos por azar
Por corazones que han vivido
Y no han aprendido a amar.
Ángel Eduardo Díaz.