No es que te quiera, te amo, novia mía.
Tengo en la boca un beso tranquilo
y eterno, un beso fino como un hilo,
tengo en la boca un dejo de alegría.
Llevo en el alma donde antes había
una gran pena, una espada con filo,
que defiende todo amor con estilo,
sin importar perder la luz del día.
Te amo y mi corazón ardiente clama
a tu corazón, mi boca a tu boca
y mi alma a tu alma y mi suerte a tu suerte.
Quiero el amor del fuego y de la cama,
el amor comprensivo y no de roca,
quiero vivir contigo hasta la muerte.