Camino tus estrellas, pequeña
de mis nortes,
en esta noche, triste, aciaga,
dolorosa,
recorro sus puntas
y ellas me dan tu aporte
me dicen que te duele
mi ausencia en tus cosas.
Entiendo y asimilo
decisiones que no comparto,
me ufano en entregar
mi incodicionalidad eterna,
te hallo dormida
en cada uno de mis tallos
a la vera de una lágrima
oval, minúscula, perfecta.
Y cada tanto
me entristece,
creer que tu voz
no escucharé en mis mañanas,
pétalo y sonrisa
grito de gemido que crece
donde el oscuro dormitorio
nos encuentra entre
su bizarres lozana.
Camino todas
nuestras únicas estrellas,
esas que cada noche
nos brinda tanto encuentro.
camino y extraño
tu cuerpo de bella!
tus pechos en mi boca
y tu boca, en cada
uno de mis silencios.