Por su paraíso...

Un paseo triunfal
y de noche
empezando por sus
pequeños pies,
mis labios
el transporte
y su piel
la pared
de entrada
al placer infinito,
al escuchar su voz
como el sonido
de querer
un poco mas,
de marcas como un tigrillo
y así quedar.
Ahora soy
un hombre sonámbulo
al caminar
por su paraíso,
cerca del mismo
y su monte Olimpo
que se diafragmo
en el lumbral
de mi lengua
que se alargaba
al querer rosar
súbdito
el orgasmo perfecto,
de quebrarme
en pedazos al pasar
por su paraíso.
Y al entrar
me quede con el souvenir
de sus uñas
en mi espalda
y en las cuñas
de mis vertebras,
penetrando sus muslos
como un óxido
de energía,
como algunas
pocas palabras
de papel inédito
como su piel
tatuada en su entrepierna,
su paraíso infinito.