Mi amado es para mí un manojito de mirra,
Que reposa entre mis pechos.
He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y dulce;
Nuestro lecho es de flores.
cantar de cantares
Vergüenza siento,
al sentir tu efigie quemando mi piel,
siento temor de decir lo que siento,
te pienso y te deseo,
¿Acaso amar no es desear lo que se ama?
Vergüenza siento,
del escalofrío que inunda mi cuerpo,
de sólo pensarte mi mente se fisura,
diciendo tu nombre entre aromas perfumados,
en las penumbras de mis noches,
melodías tornadas en salmos y cantares,
en besos de luna,
que mi alma saborea, sorbito a sorbito,
mi cuerpo se ciñe en fragancias,
de azahares, de jazmín, de mieles
y de mirra e incienso,
vistiéndose de tules trasparentes,
siendo arpa en tus manos,
gemidos de la noche.
Vergüenza siento,
embriagando mis sentidos,
mareas desenfrenadas,
cubriendo mi piel,
con las olas de tu amor,
escondiendo mis pensamientos,
de cobardía ante tu amor
que mi piel reclama y mi alma disimula.
BONITA