He llegado hoy aquí con mi mochila
llena de pesadumbres y recuerdos,
con las sandalias rotas por guijarros
hallados a mi paso en los senderos,
para traer al padre en este día
abrazos cosechados en mis predios;
al padre que trabaja en la distancia
ausente de su hogar y sus pequeños,
al pescador que con sus viejas mallas
pesca también estrellas y luceros,
al padre labrador que con sus bueyes
ara la tierra para sembrarla luego,
al marinero que salvando escollos
lleva su nave hacia seguro puerto,
al soldado que lucha en las trincheras
defendiendo su honor y el de su pueblo,
al padre campesino que madruga
buscando el pan sobre su burro prieto,
al aviador que vive diariamente
trazando carreteras en los cielos,
al boga humilde que atraviesa el río
aligerando su bote con el remo,
al padre leñador que con el hacha
corta las ramas en el árbol seco,
al forjador que de su yunque brotan
mariposas de luz que mueren presto,
al padre aquel que llevan de la mano
que al golpe del dolor se quedó ciego:
y en esta mi mochila compañera
traigo también para los padres muertos,
la guirnalda que ayer entretejiera
con capullos de blancos crisantemos,
y mi venia sincera y conmovida
tomando entre mis manos mi chambergo.
José María Del Castillo
El Poeta
Barranquilla, Junio 18 de 1972
Día del Padre