Porque aún viviendo contigo y a tu lado, prefiero no pensar en nada, pues no hay nada que no llenes tu.
Te has convertido en el porque de cada día, la respuesta que buscaba, tu misma me la das, y es precisamente en el silencio donde la encuentro, donde logro ver tu rostro, donde percibo tu aroma y me dispongo a buscarte donde quiera que estés.
Y busco cerca para abrazarte y tomarte en mis brazos, para nunca más soltar el calor de tu cuerpo; y busco en lo lejano y te encuentro, y quisiera en ese momento correr a decirte lo mucho que te amo, que no puedo estar tan solo y sin ti.
No quiero vivir mas de esta soledad, porque es ahí donde solo veo una sombra que no tiene voz, que no me dice cuanto me quiere, mucho menos me demuestra su amor; no quiero vivir más encerrado en un mundo vacío, que me excluye de todo y me acerca a nada.
Permíteme enamorarme más de ti, como el primer día, como ese día que marcó todo este tiempo...
Permíteme sentirte en mi, como la primera vez, porque de ti nace en mi el amor y el deseo de estar por siempre a tu lado, por siempre contigo...
Permíteme aquí, donde no estas tu, llorar por ti, sufrir por ti, amarte a ti en el recuerdo...
Permíteme ser así, porque solo así he aprendido a amarte...
¿Tanto me amas? -decías-
Si tu supieras que es lo que piensa alguien que ama y no puede estar con ese alguien en ese momento, lo que quisiera es convertirlo todo en ti, que todo pareciera y tuviera tu figura, tu boca, tus ojos; que pudiera con facilidad modificar el tiempo y volver atrás.
A no dejar ir lo que tiene que volar, a no dejar que me arrebaten de las manos lo que mucho valor tiene y que tanto me duele separar de mi.
Si. Te amo mucho, y por ese amor que te tengo, prefiero saber que aún lejos, a esta distancia, me sigues queriendo como yo a ti, como la primera vez.