Soneto alejandrino en alma es tierno

Cuando llegue el día volveré a sonreír feliz,
luego de muchos años de aprender en la escuela
del sufrimiento y, tratar de ignorar la secuela.
Para el día de mañana olvidaré mi desliz.
A pesar que andando por este mundo fui aprendiz
hoy recordando lo andado la sangre me hiela.
El tiempo invisible enreda el cabello y me pela
también en mi cuerpo y las manos deja cicatriz.
Aulló la distancia en la entraña seca vacía,
ni la oscura noche no pudo con su falsía
en promesas eterna incumplida sigue eterna.
El cuento siempre que se va en ansia, se repite
intensa, que la embarga toda boca que admite
el contenido del corazón, que en alma es tierna.
Autor: Alcibíades Noceda Medina