Anoche soñé que era tu ángel de la guarda,
tu no me veías pero sabias que contigo estaba
iba a donde tu ibas y siempre te acompañaba.
Noté lo feliz que eras en tu nueva vida de casada
y no quise acordarme
de tus últimas palabras de soltera
que en un frió mensaje me dejabas:
“Te agradecería que el día de mi boda
no fueses a la iglesia, no quiero verte allí”.
No comprendiste que solo quería tu amistad,
mas no deseaba, creo que interpretaste mal
mis sentimientos hacia ti, ¿Qué hice mal?.
Perdóname lo que sea, cualquier agravio.
pero no me dejes solo con tu recuerdo
Sentí en mi pecho una gran puñalada.
Solo quería verte feliz,
sentir en mí, tu felicidad.
Me encontraba en mis pensamientos perdidos
y mil preguntas me hacía sin encontrar respuesta
a tu decisión en forma
de palabras. Frías palabras.
Eso ya pasó y no quisiera más recordarlo,
en mi soñar quedó todo tapado, escondido,
era feliz de verte lo feliz que eras,
era feliz que me aceptaras
como tu guardaespaldas,
invisible y convencida de protegerte.
Al despertar y recordar ese hermoso sueño
seguí soñando despierto,
haciéndote presente en mi recuerdo.
Pasaba el día y el sueño se desvanecía,
quise morir y pedirle a Dios en mi muerte
que fuera tu ángel de la guarda
para estar contigo, seguir ayudándote siempre
y en mi letal sueño, ser feliz
tan solo por verte feliz… Por feliz verte.
El Toledano Isleño 1924280106