En la cúpula del olvido
donde surge calma y tempestad,
he mirado mi destino
y no pude ver el final.
Porque tan hundido estaba
el puñal de la maldad,
en lo mas dentro de mis entrañas,
que no me dejaba olvidar.
Olvidar tus risas tontas,
hasta tu forma de caminar,
que tan dentro han quedado grabadas,
yo creo que esto es amar.
Si amar es dar todo,
hasta tu modo de pensar,
espero que seas dichosa,
y que encuentres lo que vas a buscar.
Y si algún día,
te sientes tan sola,
que no sabes por quien preguntar,
pregunta por quien te quiere,
y yo estaré en ese final.
Mirando al cielo,
vi una estrella pasar,
con un brillo tan intenso
que no me dejaba pensar.
Miraba todo su entorno
el bello cielo por el que pasar,
dejando toda su estela,
en aquella cúpula de soledad.
Me voy de esos rincones,
por los cuales pude pasar,
que ahora son los recuerdos,
que no me dejan olvidar.
Me voy de estas pasiones,
que viví en esta ciudad,
de las que guardo gratos recuerdos,
que no podré olvidar.
Los guardaré muy dentro del alma,
y conmigo viajaran,
como un viejo equipaje,
el cual no podré dejar.