Porque me quieres, Señor,
con amor tan singular
y porque puedo cantar
alabanzas en tu honor...
Porque le das el color
a mi vida y la alegría
de sentirte cada día
en el gozo y el dolor...
Porque de tu amor la flor
de los campos se reviste,
porque tu bondad me asiste
con ternura la mejor...
Porque te hallo en el fulgor
de los astros en el cielo
y porque ante el desconsuelo
Tú me llenas de valor...
Porque cuando triste estoy
viene a mí tu fortaleza,
deshaciendo la tristeza
de ignorar a dónde voy...
Porque Tú le das sentido
a mi fe y a mi esperanza
y me otorgas la confianza
de sentirme arrepentido...
Porque a veces he pecado,
porque a veces te he ofendido
y a pesar de haberte herido
permaneces a mi lado...
Porque donde cuando siento
que de pronto me extravío,
clamo a Ti, Señor, Dios mío
y tu auxilio experimento...
Porque no se en mí que viste
que a pesar de mis errores,
como quien arranca flores
de entre todas me elegiste...
Porque siendo tan pequeño,
poca cosa, casi nada,
en mí pones tu mirada
aceptando ser mi dueño...
Porque Tú conmigo vas,
porque yo contigo voy,
cuanto tengo te lo doy
y cuanto eres me lo das...
Por los dulces Corazones
de Jesús y de María,
te doy gracias cada día
con mis cantos y oraciones...
Porque en mi comunidad
y en nuestra Congregación,
con tu gracia y bendición
mantenemos la unidad...
Gracias, Padre, Dios del cielo
de la tierra y del Amor.
Llénanos de lo mejor
de tu Espíritu y tu celo. Amén.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC