Se fue cansando su voz, palabras que se duermen
se esconden de tus ojos, de tu presente, del ayer...
como papel vacío que se quema, sin nada que leer
hojas secas al viento, sin luz ni color se esparcen...
Como gaviota blanca, desplegará su alma el vuelo
en la quietud del silencio, en el suspiro del viento
Se abrirá el cielo, acogiendo la queja de su aliento
acariciando y alentando su ascenso, hasta el cielo
Y volarán en su voz callada, su contagiosa risa...
la tristeza de sus ojos, el llanto amargo de un adiós
los recuerdos de un amor, mas allá de una ilusión
un sentimiento reprimido, apagado en su sonrisa
la nostalgia de un soñado idilio, sin consumar...
promesas no pronunciadas, dibujadas en el aire
su estampa en el papel blanco, su piel, su frente
¡Grabado en versos... cuanto quiso y supo amar!