Prisionera de tu amor Ni son las rejas de hierro,
ni el muros, ni el carcelero,
lo que a mi me detienen.
Son tus ojos traicioneros
que encadenado me tienen. La libertad he perdido
por darte mi corazón.
Ahora soy como aquel reo,
que a perdido la esperanza,
de salir de esta prisión
Nunca pude yo pensar
Que fue preciso quererte
para que me diera cuenta
que tener la libertad,
no es tener la puerta abierta.
Que me importan los grilletes
los candados y cadenas,
si con el alma y la vida,
voy a pagar la condena
de quererte mientras viva.