ATENCION :Léxico gauchesco
Por fin llegó el feriao…
al que yo,. ya no acostumbro,
Entuavia no se el rumbo
que al ocio le voy a dar
Me acaban de comentar
que apenitas unas leguas
se puede dir a bailar…
ansi que en unas desas
pa quel lao e de rumbiar
Empecé por darme un baño
en la tina de madera,
una media espumadera
me servia de cepillo
y un pedazo e librillo
la esponjita de espaldera
Me planché la corralera
mis bombachas batarazas
y un buen par de alpargatas
pa levantar polvadera
Cinchao con una fajita
pa completar vestimenta
zenzacion de desnudez
sin calzarme “el naranjero”,
esmite gueson verdadero
calibre del 38
que a llevar,. "acostumbraba"
y en mi verija derecha
¡lo “guarde” que descansara!
Pa que diantres avisé
a la patrona e la casa
que ahí nomas me encajó
un celular que guardaba,
con vocecita finita
y en el cariño fingida
"Por si un acaso nomás"
“y algo yo necesito”
Me dijo no se preocupe
"Yo mesma lo he preparau"
"como pa que no sonara”
Y ya medio enculao
¡Me jui rayando en el alma!
Llegue al baile temprano
Con tiempo e desensiyar
en cuestiones de mujeres
mejorcito apurarse
.ANTES que venga el alba
Una buena choriseada. ,
vino tinto en damajuana
chamamé que acompasaba
¡y la sangre que vullia
como pidiendome cancha!
Chinita bien florecida
me rilojeaba la estampa
y ahí nomas bien decido
cabezazo de por medio
en medio del entrevero
empecé
Mano diestra de la china
enclavada en la espalda
y las derecha estendidas,
barriga y pecho estirao
como guardando distancia,
las cabezas pegaditas,
¡las colas vien paraditas!
…y empezamos a danzar
como decía una tía.
El rivolver 38 en barriga sacudida
se empezó a desacomodar
rozandome “hasta la vida”
¡Me salvé que se cayera
por la manga e la bombacha,
por cambiar los musiqueros!
…y tocar las melodías
Mi prienda entusiasmada
Al pescuezo mío ¡sus dos brazo echó!
Y su vientre acomodó
apretándome hasta el alma
Se me complico la cosa
Al llamar el celular
Y empezo a vibrar
¡Justito ande no debía!
¡y el rivolver que bajaba
y se empezó a frotar
Como en plena algarabía!
¡La puuchaa! la suerte mía
La gurisa sorprendida del cosquilleo pegao
me creyó un degenaro
por el caño que "apuntaba
debajo e la bataraza
¡me mando la cachetada!
y en el medio del bailongo
¡como el rulo de una estatua
muy durito me dejo!
Edgardo Ruiz Beldarrain
10-12-09