¡QUÉ SERÁ DE LA NOCHE...!

Qué será de la noche en el inacabable segundo de su amanecer, cuando el tiempo, sin fechas ni historia, quede a solas, y sin prisas, con la eterna caricia de tus ojos y se nutra, casi sin sentido, de las horas enardecidas junto a los labios tuyos. Qué será de la noche cuando al brotar la madrugada, la brisa lenta corone de azucenas el tibio color de tu piel: tocándola con el rocío de la tarde; y se vista de caprichos y de sueños sin forma con el cálido suspiro que se escapa de tu alma. Qué será de la noche cuando al posarse sobre el sol, más allá del ocaso, el mar se cubra del tierno sabor que en los besos tienes y la espuma, tan blanca y transparente, leve, quede poblado de tu voz, casi dormida. Y qué será de la noche cuando en medio del hastío sepa de la inmensa delicia de tu nombre. ¡Qué será de la noche…!