Viaje a lo largo del camino,
en mi corazón y mi mente, te llevaba,
todo el recorrido pensativo,
alegrandome de haberte conocido.
Eres mi alegría, cuando estoy a tu lado,
y no lo digo por tu presencia
que es la gloria y el desvarió,
sino que yo te escriba unos versos,
y tu corazón con fuego los retenga.
Dime siempre la verdad y no me mientas
yo te diré la verdad aún que me duela,
pues lo que tu tengas que perdonarme,
o lo que yo te tenga que perdonar,
nuestros corazones ya lo han olvidado.
Pues lanzo al cielo estos sentimientos,
verdaderos, firmes y sinceros,
y con mi corazón en tu mano,
no dudes mi niña que son verdaderos.
Venia en el coche y miraba yo el cielo,
observaba la luna, llena por cierto,
observaba con ansias y suplicaba con mimos,
luna, luna, luna, ven a mi encuentro.
Miraba y algunas veces se escondía,
cobijada por las nubes, se escondía de mi alma,
porque eras tu su fiel reflejo, la luz,
la luz que me guiaba.
Y cada vez que la veía, recordaba,
y un verso del mi corazón salia,
para entregartelo en la noche,
y que tu lo puedas leerlos por el día.
Y después de un largo tiempo,
la luna me acompañaba, y yo venia mas despierto,
soñando con el amor,
soñando con mi amada.