Oh tú, delicia de carne soberana,
Resplandor que traspasas los encantos…
Muéstrate con algarabía, en la plena…
Exposición de mi amor vigoroso.
Acuéstate a mi pecho, con gallardo silencio…
Sintiendo el olfato de mí deseo tembloroso,
Y descúbreme con cinismo, por las riberas…
Rebalsadas de mi candente paraíso.
Despliega tus brazos como flancos de fénix
Y aviva un incendio entre los nimios de mi cuerpo,
Que tu amor se sumerja como tea prohibida…
Entre los vértices curvilíneos de mi boca.
Descenderé, como relámpago ceñido a tu cintura,
Despertando la tierra fértil de tu humanidad…
Y si acaso pisaras la frontera de mis amarantos,
Te haría presenciar,¡la gloria entre tus muslos!. Lujuria en Tu Alcoba Azzazinz Derechos Reservados 2013 copy right