Noche tibia, bellos astros
luna hermosa, lindos labios,
tan deseables cual tus ojos
tan intensos, tan celosos.
Miel emanan esos labios
que acaricio hasta besarlos,
un secreto a mi oído
me trastorna los sentidos.
Me abandono a tu deseo,
a tu cuerpo, a ese momento,
desabotonas la blusa
y yo a caricio tu cuerpo,
me prometes tantas cosas!
y yo sólo te deseo...
Le depositas muy suave
tu semilla a mi interior,
y haces que esta aventura
se me convierta en amor.
Dejo libre a este cuerpo,
para amarte con vehemencia,
para dejar este miedo,
para perder la conciencia.
Soy en parte mujer libre,
aunque presa en esos ojos,
que se vuelven un antojo
cuando los observo tristes.
Ah! pasión que me ha arrastrado
a este abismo profundo,
que se me torna confuso
cuando vuelvo para amarte.