Acompáñame; asegúrate que fui,
entonces quedaras en mundo feliz
ya que estás cansada de mi desliz
y digas, que yo cobardemente de ti hui,
miéntale a tus afectos una vez más.
Del puerto de la paz me verás partir,
también en paz yo podría dormir.
Sé feliz, pues ya no me verás jamás.
Por última vez te veo llorando
creerte que lloras por mí, me cuesta, bien puede ser, también eres humana. Ya pronto la nave estará volando y podrás borrarme de tu libreta. Nuevo albor tendrás, desde mañana.
Autor: Alcibíades Noceda Medina