Dices que al despertar en las mañanas, nace en ti, un cariño irrefrenable, me miras dormida y sientes ganas, que tus manos mi desnudez sientan palpables.
Te acercas y te sientes invadido, por un suave aroma a miel y rosas, allí pierdes tu cordura y tu sentido, y te adueñas de mis curvas mas deseosas.
No hace falta pronunciar palabra alguna, el idioma son caricias y son besos, me despierto, y compruebo con fervor,
que aunque ausentes, las estrellas y la luna, nos permiten deleitarnos con excesos,
que son propios de este nuestro, gran amor… ® Susana Valenzuela 28-01-10