Apartando el visillo de imágenes prestadas, mano cerca del corazón y brisa acompasada,
observando la movilidad cardinal de la alborada,
me encontraba yo, esperando tu llegada.
Así paso mis noches entre versos
recordando tu presencia pasajera,
que de olvidarte el recuerdo palpita
en las cálidas noches de luna llena.
Y si de amor he de morir,
quiero que la estrella baile,
que aunque me ausente de ti yo, te amaré para siempre.
Me iré a deshojar pétalos de pasión
por los caminos de mi mente,
Misterios que encierra mi pudor
Recordándote incansablemente.
Recorreré los recuerdos de antes
dónde te encontraba serena,
penetrando en el cauce de los mares y en la orilla un corazón de arena.
Todo será como antes,
incluso la idílica nostalgia
de abrazarte en el silencio
de mis noches errantes.
Y si de amor he de morir,
quiero que la estrella baile,
que aunque me ausente de ti yo, te amaré para siempre.
Así digo, que jazmines regaré,
Pues dejando tu placer honroso
No reniego del ayer ni del querer
Ni lanzo al cielo silencios rencorosos.
¡Dime que inquieres de mi
Si en mi ser no habita nada,
Vuestra es mi esperanza Triste, mi vida sin ti!.
Que por amarte siento que muero
En los recuerdos de tus abrazos
En las cloacas del rencor inmundo
Y en la nostalgia de tus besos.
Y no quiero llevarte conmigo,
Pues tu alegría yo deseo,
Pero niña, dime tu
Como decirte te quiero.
Se lo diré al gemido del agua
Que transita por los cauces de mis venas,
Al campesino labrador de tierras altaneras,
Al alma que encierra mis penas.
Y si de amor he de morir
Quiero que la estrella baile
Que aunque me ausente de ti
Yo, te amaré para siempre.
Y vuelve la noche con visillos transparentes,
Con vueltas de fragancias inanimadas
A recordar el paso del tiempo coherentemente,
En mi plegaria de ofrendas olvidadas. La vida llena de estupor el corazón
Que por amor se embarga el sentimiento,
Y tristemente la humana razón
Devora con ironía el firmamento.
Y si de amor he de morir
Quiero que la estrella baile,
Que aunque me ausente de ti
Yo, te amaré para siempre