UN DESTINO DE AMOR

Cuando en la vida ya sea yo una migaja,
cuando esté desarraigada por el ojo que me ve,
¿sabrás cuidar las ruinas
que te protegieron cuando tenías miedo?
Cuando mis días estén cerca del silencio,
¿me acercarás la palabra que necesito
aquella que tanto te dije,
aquélla que pululaba alrededor del estruenco
de la juventud de aquellos tiempos?.
Cuando la soledad me acompleje,
¿te quedarás conmigo
a protegerme de esa malfita compañera?.
A veces me cuentas
que quieres construir conmigo la eternidad
¿pero será verdad?.
Cuando mi cuerpo de mujer
color moreno, de muslos apretados
sea ya terciopelo ajado,
¿querrán tus labios perpetuar el beso
y sabrá mi piel responder con carne de gallina?.
Cuando me revista la impotencia
y la rabia desde el fondo de mi alma,
¿sabrás aguantar mis encantos desencantados...?.
Mis ojos se me cubren de lágrimas
en honor a tu ausencia
y me queda una pregunta:
¿serás tú quién tengas que hacerme estas preguntas?/
Dejemos la respuesta al destino
es posible que nos regale flores
ante un amor tan vivo.