Mi alma no tiene dueño

Tu fría mirada
ausente está en la mía.
Te siento lejano
aunque estés cercano.
La daga que tenía mi corazón,
conseguí una noche arrancarla
de aquel apasionamiento.
¿Quién eres tú para hundir mi vida?
Mi alma no tiene dueño, es solo mía.
Ya no quedan lágrimas para llorar,
¡silencio!,libre de rencor estoy:
no hay que soportar, sino sonreír
y olvidarse de las brumas y rencores;
fue un amor bastante misterioso.
Mi corazón está inalterable;
serenísimo y silencioso
se vio libre de los recuerdos
que un día lo atormentaron.