Para las improvisaciones carezco de arte.
La llegada del niño en mi vida llegó tarde
de estos eventos casi nunca formé parte.
Sabrán perdonar si estoy ajeno del alarde.
Un día dentro de una familia que no es mío
me sorprendió ésta fecha de gran algarabía.
De estos hechos mi mundo estaba vacío.
Qué, cada año nacía un niño, yo no sabía.
Llegó la hora cero, todo se abrazan felices.
Estas gentes de la sociedad acomodada,
son de otros conocimientos y de otras raíces,
sus entrega es total, a la historia legada.
Tales qué, me transfirieron su bella cultura,
supe del niño Bueno que nace todos los años.
Ya armo mi pesebre con los reyes de altura
y a pesar de lo aprendido, no escalo peldaños.
Un lugar, una vida en sueño se manifiesta,
con los míos, con los vuestros hay unidad,
por una sola historia cada año es una fiesta.
En cada corazón nace un niño, en navidad.
Como luz, reina el perdón en las miradas,
se abre el corazón en cada abrazo amigable,
es realmente del Niño las sonrisas regaladas.
El deseo de felicidad es sincero y amable.
En brindis sincero nada se oculta a los amigos,
es momento de unión fraternal e igualdad
pues Dios y el tiempo siempre serán testigos.
Hay perdón cada noche buena y cada navidad.
Felices son mis niños y sea por siempre sueño,
en sus dulces miradas bailan aun los angelitos,
alborozados todos cantamos por mejores años.
El contenido de mi copa está lleno de regalitos.
El señor de los fierros
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