Que nos ha pasado, porque la distancia me rompe el alma,
y los sentimientos brotan cargados de rabia,
que surten mis ojos de lagrimas blancas,
opresión el en el pecho y dolor que nada lo calma.
Soy culpable de no saber amar, a una compañera de viaje,
que nos vimos en una estación, y en otra nos despedimos,
lo que no podre olvidar, que yo me enamore de un ángel,
creo en ese ángel, y nunca, nunca aprenderé amar.
Ella era mi único cielo, era mi única luna,
era el sol de mis ojos, era la diva a la que se le canta,
con palabras divinas, y con bello enfoque,
y tragar la saliva, y las palabras del corazón se esconden.
Pero como no ponerme a llorar, partir el alma de un mortal,
el dolor que atraviesa el pecho, flotando como una nube,
pensamientos y recuerdos, los mas bellos y mas tiernos,
que me rompe el corazón, de no volver a escuchar el sonido de tu garganta.