Recuerdo que jugaban nuestros cuerpos,
hasta que se quedaban sin aliento,
mi vida dependía de la tuya,
y tus besos me llenaban de ternura.
Te abrí mi corazón rapidamente,
y nunca te apartabas de mi mente,
pero una noche que no imaginaba,
te fuiste sin adiós,sin decir nada.
Mi vida se acababa en un instante,
y ya nada ganaba con llorarte,
aunque te recordaba diariamente,
mi cuerpo terminó por olvidarte.
La gente me llamaba solitario,
y el tiempo transcurría en el calendario,
a Dios le suplicaba por tu suerte,
y que te perdonara por dejarme.
Un día te apareciste de repente,
y tuve tantas ganas de abrazarte,
pero tomé valor para decirte,
lo siento pero ya no puedo amarte.
Orgullo,me ayudaste a levantarme,
prefiero soledad que enamorarme,
aunque la gente diga eternamente,
que soy un solitario,un alma errante.